Esta es la division de las areas culturales (mesoamerica, aridoamerica y oasisamerica)

lunes, 7 de noviembre de 2011

FACTORES ECONOMICOS POLITICOS Y SOCIALES QUE PERMITIERON LA CONQUISTA MEXICANA

HISTORIA DE LOS MEXICAS

ORIGEN
El origen de los mexicas se sitúa entre los grupos hablantes de náhuatl del norte del actual México y antecesores de los asentados durante la llamada etapa chichimeca. Tradicionalmente se pensó que hubo una división rasa entre Aridoamérica — con grupos cazadores-recolectores principalmente — y Mesoamérica, con pueblos sedentarios y agricultores. Por los estudios más recientes se sabe que no fue así y que la diversidad étnica permitió a muchos grupos de origen chichimeco poseer diversos grados de estratificación y sedentarismo, según las variantes regionales y las condiciones ambientales donde se asentaron. Por ello al tener un contacto mayor con grupos mesoamericanos adoptan modos y usos civiles que tenían ya de alguna forma en el norte del actual México.
CARACTERÍSTICAS
Los mexicas fueron el último pueblo mesoamericano que condensó una rica y compleja tradición religiosa, política, cosmológica, astronómica, filosófica y artística aprendida y desarrollada por los pueblos de Mesoamérica a lo largo de muchos siglos. Junto con los mayas son el tema más estudiado de la historia mesoamericana, dado que se conservan fuentes documentales y arqueológicas, así como numerosos testimonios hechos en su mayoría de forma posterior por sobrevivientes de la Conquista de México. La numerosa cantidad de estudios sobre los mexicas hechos por investigadores de todo el mundo hace difícil una síntesis o un panorama general por la especialización de los estudios y las numerosas polémicas, que han permitido desechar conceptos y términos indígenas inadecuados apoyados en la lingüística, la antropología y la arqueología, los cuales fueron usados durante muchos años por estudiosos de los mexicas, basados en interpretaciones modernas y en muchos casos eurocentristas.
LOCALIZACIÓN
México-Tenochtitlan estaba ubicado sobre un islote al occidente del Lago de Texcoco, en la zona lacustre de la Cuenca de México. El dominio mexica ocupó la mayor parte del centro y sur de la actual República Mexicana, se extendía, desde el poniente del valle de Toluca, abarcando casi todos los estados de Veracruz, Puebla, en el centro, Hidalgo, México y Morelos, en el sur; gran parte de los estados de Guerrero y Oaxaca, así como la Costa de Chiapas hasta la frontera con Guatemala.
ARMAS UTILIZADAS POR LOS MEXICAS
Sus armas eran: Lanza de madera con punta de obsidiana, el arco y la flecha con punta de obsidiana, y la macana llamada macuahuitl que era un barrote o garrote de menos de un metro de largo con afiladas hojas de obsidiana incrustadas (capaces de matar o herir gravemente) y el átlatl, palanca para arrojar jabalinas tan efectiva que incluso podía atravesar mallas de acero (como lo experimentaron los españoles). Para defenderse tenían un escudo llamado chimalli hecho de madera y reforzado con tela o pieles ricamente pintadas y decorados con plumas; yelmos de madera zoomorfos cubiertos con cuero también decorados y como armaduras cotas de algodón acolchado, de un tejido tan apretado que las flechas no lo atravesaban.
INSTITUCIONES DE GOBIERNO
La autoriadad máxima en la ciudad de México-Tenochtitlán era un tlatoani (tlahtoani 'orador'). El "imperio azteca" llamado por sus súbditos "triple alianza" fue inicialmente una alianza militar de tres ciudades: Tezcoco, Tlacopan y Tenochtitlán. Al frente de cada una de estas había un tlatoani que era la máxima autoridad en esa ciudad. Con el paso del tiempo la ciudad de Tenochtitlán fue prominente y de hecho las otras dos pasaron a estar sometidas de facto a las órdenes del tlatoani de Tenochtitlán que por eso se denominó huēytlahtoani ('gran orador') para señalar su posición por encima de los otros dos. Este es el cargo al cual la historiografía europea llama "emperador azteca".




La llegada de los españoles

CUANDO EN SEPTIEMBRE DE 1519 Hernán Cortés llegó con su ejército al territorio de Tlaxcala contaba ya con una importante experiencia en enfrentamientos y alianzas con otros pueblos indígenas, concretamente con aquellos que habitaban entre la costa del golfo y el valle poblano-tlaxcalteca. Su encuentro inicial con los señoríos de Tlaxcallan sería violento, pues la alianza no vendría sino después de un prolongado desgaste de fuerzas y de una serie de negociaciones y presiones por ambas partes.
El 2 de septiembre de aquel año se produjo la primera batalla entre los guerreros tlaxcaltecas y las tropas españolas y sus aliados indígenas, mayoritariamente cempoaltecas. Tras ser derrotados, los tlaxcaltecas enviaron una comisión a dialogar con Cortés, pero éste, presumiendo que los delegados eran espías, les aplicó un severo castigo. Fue inevitable, entonces, que poco después ocurriera un segundo enfrentamiento. No obstante que las fuerzas tlaxcaltecas eran superiores en número (unos 50 mil guerreros, incluyendo otomíes forzados) fueron vencidos otra vez por los extranjeros, debido a que éstos contaban con una estrategia militar más efectiva, usaban armas de fuego, armaduras de hierro, caballos y, sobre todo, se apoyaban en un fuerte contingente de indios aliados.
Tras algunas batallas más, el ejército tlaxcalteca se encontraba bastante diezmado, pero el español estaba a punto de ser derrotado. Entonces, Cortés decidió intentar un pacto con su aguerrido enemigo. Para ello, recurrió a un elemento especialmente sensible en el ánimo de los tlaxcaltecas: a cambio de la paz, les ofreció apoyo en contra de los mexicas, sus enemigos mortales. A esta oferta nada desdeñable se aunaba la versión, difundida entre los pueblos indígenas, de que los extranjeros recién llegados eran dioses y, por tanto, inmortales, versión que los españoles trataban de nutrir escondiendo a sus escasos muertos. Si eran invencibles, no tenía sentido seguir luchando contra ellos, pues eso sólo acarrearía más desgracias. Sin embargo, esta visión sacralizadora no era aceptada por todos los señores importantes de Tlaxcala, que desconfiaban de cualquier oferta de paz y de alianza que hicieran los forasteros. Este era el caso de Xicohténcatl Axayacatzin, hijo del cacique de Tizatlán y a quien, para diferenciarlo de su padre, que poseía igual nombre, los historiadores posteriores llamaron el Joven. Al mismo tiempo que Cortés negociaba con los tlaxcaltecas, en un doble juego táctico hacía saber de su impresionante poder bélico a los emisarios de Moctezuma II, y trataba de engañarlos con la idea de que su ataque a los de Tlaxcala se debía a que eran enemigos de los mexicas. Cortés captó perfectamente que la clave de su victoria, no sólo sobre las tierras de Tlaxcala, sino también sobre la capital del imperio azteca, estaba en aprovechar, y si era posible ahondar, la enemistad mexica-tlaxcalteca.
Conforme se multiplicaban las batallas, las pérdidas de vidas y de bienes y el número de poblaciones tomadas por el enemigo, parecía confirmarse la idea de que éste era invencible. Los señores de Tlaxcala se sentían cada vez más presionados a tomar una decisión, aunque esto mismo los enfrentaba entre ellos. Por un lado, Xicoténcatl hijo proponía continuar la lucha, pues veía posibilidades de vencer; por el otro, los caciques Maxicatzin, de Ocotelulco, y Xicohténcatl padre, de Tizatlán, se inclinaban a negociar con el enemigo para obtener la paz. Finalmente se impuso esta última opción, porque de lo contrario se corría el peligro de que los españoles se aliaran con los mexicas, en vez de hacerlo con los tlaxcaltecas, y de que el sometimiento de Tlaxcala bajo el poder tenochca, evitado durante mucho tiempo y a un alto precio, sobreviniera de manera irremediable.
Los caciques de Tlaxcallan ofrecieron la paz a Cortés, y para demostrarle que su oferta era auténtica y que sus guerreros eran disciplinados, la hicieron por conducto del propio Xicoténcatl Axayacatzin, el hombre que más tenazmente los había combatido. El hecho de que los españoles no hubieran tomado las cabeceras de los principales señoríos significaba que la derrota tlaxcalteca no había sido total, por lo que su rendimiento no debía ser incondicional. Ofrecieron a Cortés una alianza amistosa para vencer a los de Tenochtitlan, pero esperaban respeto por aquello por lo que sentían tanto orgullo: su libertad y su autonomía como nación. Con ello se sembraban los principios que normarían la futura relación entre la provincia de Tlaxcala y la Corona española. En el resto de este capítulo se irá dando a conocer la serie de privilegios que obtuvieron los tlaxcaltecas como fruto de esa alianza.
El 23 de septiembre de 1519, veintiún días después de iniciados los combates, Cortés y sus tropas se asentaban victoriosos y de manera pacífica en el corazón de Tlaxcala. Su camino hacia la capital del imperio azteca quedaba allanado, y su dominio sobre él prácticamente asegurado. El sueño de los tlaxcaltecas estaba por hacerse realidad.
Este pacto inicial hispano-tlaxcalteca fue sellado con la entrega de varias indígenas nobles a los jefes españoles; una manera de oficializar el mestizaje generado con la llegada de estos forasteros. Pero el pacto también incluyó el reconocimiento del rey de España como autoridad suprema de los tlaxcaltecas, y la aceptación del dios cristiano como el único y verdadero.
Pronto fue puesta a prueba la alianza. La vecina Cholula, como enemiga perpetua de Tlaxcala y aliada de Tenochtitlan, debía ser sometida. Y lo fue con lujo de violencia. A mediados de octubre entraron con Cortés a Cholula cerca de 5 000 guerreros tlaxcaltecas, mientras que algunos otros miles permanecieron amenazantes a las afueras de esa gran ciudad. La aparente y reservada tranquilidad con que fueron recibidos fue tomada por el capitán español como sospecha de una posible traición de los cholultecas, por lo que con sagacidad y mano fría se adelantó a cualquier eventualidad. Ordenó la matanza de la nobleza cholulteca y de varios miles de hombres que, desarmados, se habían congregado para recibir a los extranjeros. Con la destrucción muerte y pillaje ocurridos en Cholula los tlaxcaltecas obtuvieron la cuota de una venganza largamente esperada. Con esta victoria, el cerco al que Tlaxcala había sido sometida por los mexicas y sus aliados cholultecas empezaba a romperse. Y como reflejo directo de ello, parte del botín estaba compuesto por mercancías de las que habían sido privados por largo tiempo: sal, oro, algodón, esclavos. La alianza hispano-tlaxcalteca salió fortalecida de Cholula.

Cuando los conquistadores entreraon en la antigua Tenochtitlán, quedaron tan asombrados que creyeron estar viendo visiones. en medio de una laguna se había construido una ciudad mayorr que cualquier otra contemporánea de Europa, enormes templos se levantaban sobre el agua como un gran espajismo. Moctezuma, el gobernante mexica, tenía millones de subditos a sus ordenes y de sus vastos dominios llegaban los productos más variados al gran Mercado de Tlatelolco, quizá el mas grande del mundo de su época. Templos, canales, calzadas, palacios y jardines embellecían la capital azteca. En el territorio de Mesoamérica vivían muchos pueblos con lenguas y costumbres distintas: mayas, zapotecos, mixtecos, huastecos, totonacos, tlaxcaltecas, chiapas, etc., organizados en cientos de pequeños reinos que comprendían apenas una ciudad capital y algunas ciudades menores. Los pueblos indígenas crearon una civilización oriiginal que logró grandes avances en la medicina, las matématicas, la ingeniería, las artes y la astronomía. Detras de la riqueza y el esplendor, estaban las guerras constantes, los sacrificios de prisioneros, y el odio latente de los pueblos sojuzgados que conquistados y sometidos por los grandes imperios guerreros, ansiaban sacudirse el yugo que se les había impuesto. También los señorios independientes sufrían el constnate acoso de los ejercitos aztecas. A la llegada de los españoles varios reinos indígenas tenían en mente la misma idea que los conquistadores: vencer a Tenochtitlán, su principal enemigo.

domingo, 16 de octubre de 2011

CULTURA MEXICA

El grupo azteca o mexica fue el que mayor desarrollo había alcanzado hasta inicios del siglo XVI. Los aztecas no eran autóctonos del centro de México. Antes de establecerse definitivamente en Mexico-Tenochtitlan pasaron un par de siglos buscando lugar apropiado. Eso no sucedió en tiempos remotos, sino en un lapso comprendido entre los siglos XII y XIV. Procedían de la periferia de Mesoamérica, de un lugar llamado Aztlán. Siguieron un itinerario, estableciéndose temporalmente en diversos puntos de su recorrido.
Aztlán era una isla situada en una laguna, en la que vivían los aztecas o mexicas: los atlacachichimecas, como se llamaban entonces. Eran tributarios de los Aztlánecos, señores de la tierra. Para subsistir y pagar sus tributos pescaban, cazaban y recolectaban especies vegetales y animales del lago. Pero también eran agricultores. Sembraban en "camellones " que construían en la isla. Cuando no soportaron ya mas las cargas tributarias que los otros les imponían, decidieron abandonar Aztlán e ir en busca de otra tierra que, según los aztecas mismos, les había sido prometida.
Nunca se ha podido saber dónde estuvo situado tal lugar, cuya identificación no solo tendría interés geográfico, sino que, como veremos, localizado en el tiempo y en el espacio, resulta una de las claves principales para la reconstrucción completa de la ruta. Así sabríamos muchos pormenores de los hechos históricos acontecidos durante la migración y tendríamos una idea más certera en torno a los orígenes y la cultura que portaron aquellos mexicas que tanta importancia tuvieron en el mundo mesoamericano.
Sobre la localización de Aztlán se han desarrollado muchas y diferentes conjeturas, a través de las distintas etapas del desarrollo histórico de México. Ideas que han sido determinadas por diversos intereses y particulares circunstancias que no vamos aquí a considerar, ya que eso es motivo de trabajo bien distinto. Solo dejaremos constancia de que, para unos, Aztlán debería encontrarse en las llanuras que en el norte de México eran recorridas entonces por los nómadas; mas o menos en cercanía con Mesoamérica o tan lejos como el territorio de Nuevo México o los territorios californianos. Algunos otros se inclinaron a pensar que Aztlán podría ser localizado hacia el noreste de Mesoamérica, en la región huasteca. Otros pensaron en una localización occidental, hacia la costa de Nayarit.
Relacionado con la localización de este lugar en alguna de esas zonas, se presenta el problema del status cultural que los mexicas tuvieron durante la época en que eran migrantes, ya que, si procedían de provincias norteñas, fuera del área mesoamericana, debieron ser entonces chichimecas, es decir, nómadas cazadores y recolectores, con cultura similar a la de los grupos que habitaron el norte y noroeste de México y el suroeste de los Estados Unidos; o si Aztlán estuvo dentro del territorio de los sedentarios, y en ese caso serían un grupo con cultura mesoamericana.
Según unas fuentes, por ejemplo los Anales de Tlatelolco y los códices Telleriano Remensis y Vaticano A o Vaticano-Ríos, los mexicas eran nómadas y así aparecen en sus paginas. Vestían pieles, usaban el arco y la flecha y se dedicaban a la caza para su subsistencia. Si estas fuentes tienen razón, bueno seria recordar su lejana procedencia. Según otras fuentes, como, por ejemplo, todas las que están enlazadas por nexos historiográficos comunes: el Códice Ramírez, la obra de fray Diego Duran, la de Tezozómoc, la de Acosta, esta ultima en lo que se refiere a México, los mexicas eran, como podríamos decir hoy día, verdaderos mesoamericanos, es decir, desde su origen, un grupo completamente aculturado. En tal caso, Aztlán no podría localizarse muy al norte, sino más cercanamente al centro del país. No solo la localización del lugar de partida es un problema no resuelto, sino también lo es la reconstrucción geográfica de la primera parte de la migración, pues existen muchas dificultades para identificar los lugares por donde pasaron los mexicas, entre Aztlán y Tula, debido a diversas circunstancias relacionadas con la información recogida por las fuentes históricas que se ocupan de este evento. Nos referimos a dos de esas circunstancias, que desde la época prehispánica se han reflejado significativamente en el desconocimiento de esta parte de la migración y en las dificultades para una correcta apreciación. La primera, que es la más directa, esta contenida en una tradición que, al respecto, el dominico Diego Duran recogiera en el siglo XVI. Dice el cronista que en la época en que Motecuhzoma llhuicamina gobernaba a lo s mexicas en Tenochtitlan y estos se encontraban gozando de cierto esplendor material, quiso hacer participe de este bienestar a los descendientes de sus antepasados que habían quedado en la patria original. Entonces mandó llamar a sus sabios, a sus tlamatinime, para que reconstruyeran la ruta por donde habían venido los ancestros, a fin de trasladarse por ella hacia Aztlán, llevando "presentes" a sus lejanos parientes. Los tlamatinime obedecieron la orden y fueron paso a paso y lugar por lugar, siguiendo la ruta hasta Tula. Mas adelante solo pudieron llegar a otros dos lugares del recorrido. Sin embargo, como el conocimiento del pasado en el México prehispánico, basado en una acendrada conciencia histórica, era motivo de prestigio para el grupo y principalmente para los dirigentes, se decidió seguir con la reconstrucción de la ruta, aunque por medio de artes mágicas. Para ello se convirtieron en nahuales o hechiceros y, volando, llegaron hasta la patria original, en donde encontraron a Coatlicue, la madre de Huitzilopochtli, y a varios de sus sacerdotes. Con ellos se entrevistaron, les informaron de cómo vivían los mexicas de Mexico-Tenochtitlan y les entregaron los regalos.
  Esto significa que los mismos mexicas, los que recogieron y transmitieron el registro histórico de la peregrinación, no sabían ya en el siglo XV la situación de Aztlán y el recorrido efectuado por sus antepasados del siglo XII, hasta que llegaron a las cercanías de Tula. De esta manera se cierne la duda sobre la verosimilitud de la información que fue trasmitida a la posteridad sobre esta parte de la ruta, pues es obvio que procede de una posterior reconstrucción. Hay otro hecho que también puede despertar alguna duda sobre las informaciones de los cronistas. Tuvo lugar cuando terminó la guerra de los mexicas contra los tepanecas: aquéllos quemaron la biblioteca de Azcapotzalco por órdenes de Itzcóatl. Allí se guardaban los códices que registraban la historia del centro de México, y los mexicas aparecían en ellos como un pueblo sin fama ni gloria. Para evitar que esa historia fuese conocida por el pueblo, fue destruida y se confeccionó otra, que, según los mexicas, era la verdadera. Es probable que en la historia destruida estuviera encerrada la tradición exacta de la migración.
 Los problemas aquí señalados y otros asimismo relacionados con este tema, si bien han dificultado el conocimiento de esta etapa de la historia azteca, su elucidación si ha sido suficientemente interesante. Mediante ella se ha reconstruido la ruta con base en los registros posteriores; pero, aun más, se han podido aclarar otras muchas de sus particularidades, considerando y analizando otras informaciones que antes se tenían solo como complementarias. Así, en la actualidad, conocemos la peregrinación no sólo como un relato escueto de lugares recorridos y su respectiva cronología, sino que se ha podido hacer la identificación de lugares que faltaban, se han establecido plausibles hipótesis sobre la localización de otros, especialmente Aztlán, se pueden discernir varios acontecimientos históricos de esa época, antes inasequibles y míticos, y se ha realizado la descripción de los rasgos y patrones que conformaban la cultura que entonces tenían los aztecas, así como su identificación como mesoamérica. De la ruta, hechos históricos y cultura de los peregrinantes aztecas, así como de otros pormenores, nos ocuparemos enseguida.
  1
Fundación de Mexico-Tenochtitlan
 
Continuaron viviendo en Culhuacán hasta que surgió un conflicto con los colhuas, por lo que fueron expulsados de ese señorío en forma violenta. Salieron precipitadamente del lugar, internándose en los pantanos y entre los tulares de la laguna central, llamada entonces Metztliapan. Según el Códice de Azcatitlan, los mexicas tuvieron que valerse de sus escudos para pasar por las aguas, y amarrándolos a sus lanzas les sirvieron de balsas para transportar a las mujeres y a los niños. Continuaron la marcha entre islotes, pantanos y tulares, por varios lugares que aún conservan el mismo nombre: Mexicalzingo, Iztacalco y Temazcaltidan, donde una de sus mujeres dio a luz una criatura, por lo cual lo llamaron Mixiuhcan, "el lugar del alumbramiento". Desde allí llegaron al sitio donde, según la leyenda, encontraron la señal para asentarse: un águila reposando sobre un nopal y desgarrando una serpiente. La misma Crónica Mexicáyotl habla bellamente del acontecimiento:
 
Llegaron entonces
allá donde se yergue el nopal.
Cerca de las piedras vieron con alegría
como se erguía una águila sobre aquel nopal.
Allí estaba comiendo algo,
lo desgarraba al comer.

Cuando el águila vio a los aztecas,
inclinó su cabeza.
Desde lejos estuvieron mirando al águila,
su nido de variadas plumas preciosas
Plumas de pájaro azul,
plumas de pájaro rojo,
todas plumas preciosas,
también estaban esparcidas allí
cabezas de diversos pájaros,
garras y huesos de pájaros.
 
En este lugar decidieron establecerse y fundaron la ciudad a la que nombraron Mexico-Tenochtitlan. El enclave de la señal ha sido localizado por Alfonso Caso en la actual plaza de San Pablo, lugar que quedaría después al sureste de la antigua dudad. Con ese capital acontecimiento llegó a su fin el peregrinar de los mexicas. Encontraron un lugar conveniente, protegido y por entonces sin problema de ocupación sobre el islote de la laguna de Metztliapan, "el canal de la Luna ".

La cultura de los aztecas durante la migración
 
Paralelamente a lo visto, las fuentes escritas nos proporcionan copiosa información sobre la cultura de los mexicas en aquella época de migrantes. En ellas se relata ampliamente cómo eran entonces los aztecas, que hacían y cómo vivían en el tiempo en que peregrinaban.
________________Lengua_______________
 
Hablaban náhuatl desde hacía bastante tiempo, pues no hay ninguna evidencia de que hubieran hablado otra lengua con anterioridad y ni siquiera de que viajaran con ellos hablantes distintos. Impusieron topónimos náhuatl en algunos enclaves ocupados; así lo afirma un texto. Se llamaban ellos mismos aztecas, mexitin, mexica, chicomoztoque, teochichimeca o atlacachichimeca, todos gentilicios en náhuatl.
 
_______________Ciclo Enonómico_______________
 
La producción de sus alimentos dependía de cuatro formas para obtenerlos: la pesca, la caza, la recolección y el cultivo. En Aztlán pescaban, cazaban y recolectaban especies lacustres, ya que entonces eran los atlacachichimecas "los cazadores con átlatl" (lanzadera), de las riberas de un lago.
Desde su salida tuvieron que depender mas de la cacería de conejos, liebres, venados, pájaros, culebras y otros animales. Recolectaron también una especie de berro al que eran muy afectos.
 
Cuando arribaban a lugares fértiles en donde paraban algún tiempo, sembraban, de riego y de temporal, principalmente maíz y además frijol, chile, tomates, calabaza, así como también bledos y chía. Es decir, los cultivos que formaban el complejo alimenticio mesoamericano. Otro de sus aprovechamientos era el de las plumas finas de ave. Estas, junto con los productos de la pesca y el cultivo, los tributaban a sus señores en Aztlán. Ya desde entonces eran tributarios.
 
_______________Tecnología______________ 

En el campo de la técnica es donde encontramos los datos más sorprendentes. Desde Aztlán construían "camellones" o terraplenes para el cultivo. Empleaban sistemas de riego y en las zonas lacustres construyeron chinampas o terraplenes para cultivo de ciénaga, en el interior de los lagos. Realizaron obras hidráulicas, como la presa construida en Coatepec. Allí, una vez logrado el embalse, aclimataron plantas y animales lacustres para poder vivir. Tan buenos resultados lograron que hasta hubo intentos de no seguir adelante, en acuerdo con las órdenes de los sacerdotes conductores de la migración. Levantaban templos en todo lugar donde se asentaban, aun en Aztlán, con anexos como el tzompantli y el sacrificadero. Construyeron asimismo juegos de pelota y albarradas para la defensa, con murallas concéntricas "basta de un estado de alto" y patios interiores. Muchas de sus obras eran de piedra labrada. También construyeron temazcales, es decir, baños de vapor. Como armas usaban originalmente el átlatl, - típico lanzadardos mesoamericano, que después sustituyeron por el arco y las flechas, una vez internados en territorios de cacería. Para la defensa usaban, además, la rodela o chimalli. Para el transporte en lugares lacustres usaron la canoa y las andas para conducir los arreos y a su dios.

  _______________Indumentaria______________

Vestían braguero, sayas de fibras tejidas y de cuero y sandalias de los mismos materiales. Usaban orejeras, brea en las orejas y pintura facial; como adornos, plumajes, insignias, banderas y moños de papel.

_______________Organización Social_________________
 
La unidad básica de organización social era el calpulli Era una especie de dan compuesto por varias familias nucleares, en donde el lazo familiar era él vinculo predominante. Todos los problemas se resolvían mediante el esfuerzo colectivo de los componentes de cada una de esas unidades de típica caracterización tribal. Cuando salieron de Aztlán los aztecas eran un grupo organizado en siete calpulli, cada uno con su dios particular, predominando como el principal Huitzilopochtli, el dios del calpulli de los huitznahuaque. Los nombres de los calpulli nos dicen mucho respecto a la composición étnica de la tribu azteca que peregrinaba: huitznahuaque - quiere decir surianos; el de Yopico era el de los yopis, individuos a quienes se les conoce como pobladores de la costa de Guerrero y adoradores de Xippe Tlacochcalcas, tlacatecpanecas, izquitecas y cihuatepanecas, son todos nombres de grupos conocidos en la historia mesoamericana y que en ella jugaron papeles mas o menos importantes. El de los chalmecas es el nombre de un grupo olmeca, de los tardíos, y se menciona como dios de uno de los calpulli a Cintéotl, deidad, entre varias mas, del maíz. Los calpulli aumentaron en numero a medida que el tiempo transcurría; cuando se asentaron en Coatepec su numero era de quince. Al establecerse en Tenochtitlan sumaban veinte.
 
Tenían una división social del trabajo. Los hombres y jóvenes cazaban, pescaban, cultivaban y cosechaban. Las mujeres hacían labores complementarias y cargaban la impedimenta. Se menciona a una mujer como uno de los cuatro conductores del grupo. A los viejos y a los enfermos los dejaban en el camino provistos y protegidos cuando ya no podían caminar.
 
_______________Gobierno______________
 
Parece que eran los calpulli los que desde Aztlán tenían participación activa en las decisiones. Al menos asa lo dejan entrever las fuentes con mención continua de ellos, insistiendo de ese modo en la importancia que tenían esos grupos dentro de la tribu. Cada calpulli era dirigido por un caudillo. Esos caudillos coexistían con cuatro funcionarios: los teomamaque, quienes, sacerdotes cargadores del dios, "interpretaban" sus mandatos y formaban un grupo sacerdotal gobernante, sobrepuesto al sistema simple de control tribal. Así aparecen los mandatarios de la primera etapa de la migración, que eran los conductores de la tribu. Después de su estancia en Coatepec, se habla de dos "sumos" sacerdotes, teomamaque según algunas fuentes; tres capitanes, según otras, superpuestos a los caudillos y a los teomamaque comunes y corrientes. Parece que se trata de sacerdotes distinguidos por sus servicios militares, por lo que unieron al liderato religioso el liderato militar. Eso parecen ser entre otros, Huitzilíhuitl y Tenoch, que eran sus principales conductores en Chapultepec y Culhuacán, respectivamente. Ellos, y otros mas que se mencionan, eran también "incensadores y ministros de los templos".
 
________________Religión_________________
 
Aunque una fuente nos informa que en su tierra original sólo reverenciaban al sol y a la luna, cosa que hacían sin ofrecerles sacrificios, todas las demás coinciden en mencionar deidades, ritos, sacerdocio, ofrendas y penitencias.
 
El dios principal y numen titular era Huitzilopochtli. En su nombre se hacía y ordenaba todo lo conducente. Lo representaban formalmente por medio de esculturas de piedra o de cana de maíz.
Era él dio s de lo s huitznahuaque , los surianos, aunque todos - los demás calpulli lo reconocían como principal y lo denominaban asimismo Huitzilopochtli-Quetzalcóatl-Tlaloteuctli. Llevaba un nombre calendárico de Ome Técpatl y en su indumentaria portaba moños de papel azul goteados de hule derretido. A el se le sacrificaban incluso niños. Estos dos últimos rasgos lo pueden identificar como un tlaloque (sacerdote del mesoamericano dios de la lluvia, Tlaloc). Parece que Huitzilopochtli no siempre había sido su dios, sino que su más antigua deidad era el llamado Tlacatecólotl Tetzáhuitl Yaotequihua, dios de los presagios y señor de la guerra", al que representaban con un ídolo y que tenía un sacerdote llamado Huitziltzin, que fue el primer conductor de la tribu y el primer cargador del dios que, a su vez, seria deificado al morir.
 
Se mencionan además otros dioses tutelares del resto de los calpulli, tales como Xochiquetzal, Tezcatlipoca y Mictlantecuhtli. Aunque no se menciona a Xippe Tótec, hacían el típico sacrificio de su ritual: el tlacaxipehualiztli o "desollamiento de hombres ". De Yopico debió de ser la gente tutelada por ese dios. En Coatepec aparece Coatlicue y, ya antes, la señora Malinalxóchitl. Adoraban las efigies de sus dioses, les erigían templos, ayunaban y hacían ofrendas de acxóyatl -ramas y hojas de abeto y copal, y sacrificios humanos y autosacrificios en su honor. Regia la vida de los migrantes la voluntad a través de los sacerdotes que interpretaban los designios divinos, que conocían por las teofanías de Huitzilopochtli. Las festividades religiosas eran celebradas con cantos y danzas y practicaban el evento ritual del juego de pelota.


Fundación de Tenochtitlan

Cuando, afines del siglo XII, los mexicas llegaron al Valle de México, los principales centros de población eran Azcapotzalco, Culhuacán, y Coatlinchan. Los mexicas se establecieron en varios lugares durante cortos períodos y más tarde se asentaron en Tizapán, bajo la dependencia del señor de Culhuacán, a quien pagaban tributo y auxiliaban co mo mercenarios durante las guerras de expansión, entre las cuales destacó la conquista de Xochimilco.

Muy pronto los mexicas entraron en conflicto con Culhuacán; fueron e xpulsados de Tizapán y en 1325 se establecieron en Tenochtitlan, la isla más grande d el la go de Texcoco, que pertenecía al señorío de Azcapotzalco. Según la leyenda, en Tenochtitlan los mexicas encontraron el símbolo anunciado a los sacerdotes dirigentes por su dios Huitzilopochtli para asentarse permanentemente: un águila parada sobre un nopal dev orando una serpiente.

A la llegada a Tenochtitlan, Tenoch se convirtio en el jefe mexica y sustituyó al gobierno integrado por cuatro sacerdotes, que fue el que tuvieron los aztecas durante toda la peregrinación. En 1376 solicitaron de Culhuacán un gobernante; éste fue Acamapichtli, el primer tlatoani (gobernante) mexica.

FUENTES

http://mundohistoriamexico.blogspot.com/2009/05/historia-de-la-cultura-mexica-azteca.html

http://saboratequila.galeon.com/azteca.htm


 



martes, 20 de septiembre de 2011

AREAS CULTURALES

Característica 
Mesoamérica
Aridoamérica
Oasisamérica
Concepto



“En medio de américa”
Zona cultural donde los habitantes indígenas hablaban muchas lenguas diferentes pero tenían historia común.
Región que nunca llego a construir un todo cultural. Región compuesta por tierras áridas en las que escaseaba el agua.
Es el nombre de una superarea cultural de la américa del norte y precolombiana
Sociales
Base económica: agricultura.
Religión politeísta
Forma de gobierno: teocracia.
Sistema calendárico.
Juego de pelota.
Comercio a base de trueque.
Construcción de templos.
Formas de agricultura muy antigua.
Pobladores nómadas o seminomadas.
No pudieron cultivar la tierra.
Eran cazadores y recolectores aunque también desarrollaban actividades agrícolas.
Naturales
Cultivaban maíz que era la plata fundamental. Frijol, calabaza, algodón, tabaco, cacao, y otras frutas y verduras.
Debido a que esta región era árida, no pudieron cultivar.
Montaña rocosa, sierra occidental, yacimiento de turquesa.
Culturas
CULTURAS MAYORES:
Olmecas, teotihuacanos, toltecas, mexicas y mayas
CULTURAS MENORES:
Mixtecos, zapotecos, totonacas, tarascos y huastecos.
Chichimecas
Anasazi, hokoham y mogollon
Descripción espacial
Mitad  del sur del México actual y Centroamérica.
LIMITES:
Norte (rio Sinaloa, rio Lerma, rio panuco)
Sur (costa rica)
Noreste de México, sierra de Tamaulipas.
Parte de Estados unidos y norte de México.
Regiones
Maya, oaxaqueña, golfo de México, altiplano central, occidente de México.
Cuencas de los ríos fuertes, Lerma y soto de marina.

América del norte, estados unidos, golfo de california, valle del rio bravo.

sábado, 3 de septiembre de 2011

LA LEYENDA DEL MAIZ

Cuentan que antes de la llegada de Quetzalcóatl, los aztecas sólo comían raíces y animales que cazaban.
No tenían maíz, pues este cereal tan alimenticio para ellos, estaba escondido detrás de las montañas.
Los antiguos dioses intentaron separar las montañas con su colosal fuerza pero no lo lograron.
Los aztecas fueron a plantearle este problema a Quetzalcóatl.
-Yo se los traeré- les respondió el dios.
Quetzalcóatl, el poderoso dios, no se esforzó en vano en separar las montañas con su fuerza, sino que empleó su astucia.
Se transformó en una hormiga negra y acompañado de una hormiga roja, marchó a las montañas.
El camino estuvo lleno de dificultades, pero Quetzalcóatl las superó, pensando solamente en su pueblo y sus necesidades de alimentación. Hizo grandes esfuerzos y no se dio por vencido ante el cansancio y las dificultades.
Quetzalcóatl llegó hasta donde estaba el maíz, y como estaba trasformado en hormiga, tomó un grano maduro entre sus mandíbulas y emprendió el regreso. Al llegar entregó el prometido grano de maíz a los hambrientos indígenas.
Los aztecas plantaron la semilla. Obtuvieron así el maíz que desde entonces sembraron y cosecharon.
El preciado grano, aumentó sus riquezas, y se volvieron más fuertes, construyeron ciudades, palacios, templos...Y desde entonces vivieron felices.
Y a partir de ese momento, los aztecas veneraron al generoso Quetzalcóatl, el dios amigo de los hombres, el dios que les trajo el maíz.

BUENO, LA INTERPRETACION QUE YO LE DOY A ESTA LEYENDA ES QUE FUE QUETZALCOATL EL QUE ESEÑO A LOS HOMBRES A CULTIVAR EL MAIZ Y POR ESO LO HICIERON SU PRINCIPAL FUENTE DE ALIMENTACION Y TAMBIEN POR ESA RAZON ADORABAN A QUETZALCOATL.

domingo, 28 de agosto de 2011

ORIGEN DEL HOMBRE AMERICANO

Las conclusiones a las que llegue en la clase de historia son que de las teorias que existen sobre el origen del hombre de america (teoria autoctonista, teoria siatica, teoria austroloide y la teoria pelinesica) de alguna manera son aceptadas y todas podrian tener algo de verdadero sin embargo tambien tienen sus contradicciones.
En cuanto a mi opinion la mejor teoria es la asiatica, o tambien llamada teoria del estrecho de bering, ya que es mas probable que asi es como haya ocurrido realmente en ese tiempo, y tambien es la que tiene mas fundamentos y menos contradicciones.
Este es un mapa de como probablemente se poblo el continente americano y que para mi es lo mas aceptable.